Los toros en Sevilla

Como buena tradición española, no podía dejarse atrás las significativas corridas de toros. Muy polémica y reconocida, es querida por muchos y odiada por otros pero con todo eso forma parte de la cultura española y sin duda de la sevillana también.

En Sevilla, el lugar más antiguo donde se realizan las célebres corridas de toros es la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla (conocida popularmente como La Maestranza), además de ser la sede de todas las corridas que se realizan en la ciudad, teniendo una importancia especial para los aficionados que concurren durante la Feria de Abril. Es considerada como uno de los centros turísticos de mayor atracción en Sevilla y se encuentra cerca de los monumentos más visitados de la misma. La plaza de toros de La Maestranza, que es considerada también como la Catedral del Toreo, cuenta con una capacidad para 12.500 localidades.

La plaza de toros es la única con forma ovalada, construída inicialmente en madera; su construcción se inició en 1749 en sustitución de la antigua plaza rectangular que estaba ubicada en el lugar y su construcción tomó muchos años. Goza de una arquitectura tardo-barroca de la que resaltan la entrada principal con sus dos torreones y por ello se le considera como una de las plazas de toros más bellas de España.

Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería

La plaza también cuenta con un museo, El Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería, inaugurado en 1989, está ubicado bajo los graderíos de la plaza de toros, donde hay una colección pictórica, carteles taurinos, fotos, trajes de torear, bronces, azulejos y esculturas. Tiene cuatro salas temáticas.

Sala Primera

Aquí se encuentran y conservan los fondos de más antigüedad, entre los que destaca un cartel en seda del año 1740; también hay una representación de los trabajadores existentes en el siglo XVIII como timbaleros, desjarretadores, lanceros; y un espacio dedicado a los juegos caballerescos que eran practicado en los siglos XVII y XVIII por la nobleza, donde se distingue un dibujo sobre dichos juegos realizado por el rey Felipe V.

Sala Segunda

En esta sala se halla una colección de pinturas de temática taurina, que datan del siglo XIX, entre ellas destaca la titulada “Cogida de muerte de Pepe Hillo” de Eugenio Lucas Velázquez por el realismo con que fue recogido.

Sala Tercera

Está dedicada al toreo en la época de Juan Belmonte y Joselito «El Gallo», resaltando esculturas realizadas en bronce y lienzos de estos famosos toreros.

Sala Cuarta

En esta sala se conservan los fondos más modernos y recientes, siendo su contenido muy variado, pudiéndose ver desde cabezas de toros disecadas hasta trajes de luces (trajes de torero) y capotes, así como importantes óleos y pinturas dees contemporáneos.

Estructura de una corrida de toros

Una corrida tradicional comienza con el paseíllo, que es un desfile de los matadores seguidos de sus cuadrillas y del personal de la plaza de toros. La corrida de toros se divide en tres partes, denominadas tercios y 2 suertes:

Tercio de varas

Tercio de Varas

En esta parte, el matador torea con el capote y el toro recibe una serie de puyazos en el morrillo (zona abultada entre la nuca y el lomo del toro) por parte del picador con el objetivo de medir la bravura del toro y su disposición a la embestida, además de dosificar la fuerza del toro para luego facilitar la labor del matador.

Suerte de capote

La faena a capote, también conocida como tercio de quites la desarrolla el torero para medir la embestida del toro así como su fuerza y disposición. Goza de mayor aprecio en América que en España. Existen diferentes estilos de uso indistinto en la lidia; los lances de verónica, chicuelina y las gaoneras (así llamadas por haberlas inventado el mexicano Rodolfo Gaona) son los de uso más común, si bien hay muchos otros.

Tercio de banderillas

Tercio de Banderillas

Durante este tercio los denominados banderilleros clavan sobre el lomo del toro unos adornos llamados comúnmente banderillas o rehiletes, que son unos instrumentos que consisten en una vara de madera adornada con flecos de papel de colores con un arpón en la punta. La función de dichos instrumentos es la de azuzar al animal, tras el tercio de varas, por el movimiento de las mismas.

Tercio de muerte

Durante este tercio se produce el enfrentamiento del matador con el toro. El matador realiza la faena de la suerte de muleta y posteriormente le da muerte con el estoque.

Suerte de muleta

Esta suerte es sólo efectuada por el matador de toros, o por el alternante de más antigüedad si el caso lo requiriera. Los lances más comunes son: el natural, que es abierto y con la mano izquierda y el derechazo, realizado con la derecha y la espada en el paño de la muleta para extender la superficie del mismo, además está el remate de pecho.

Después de todo esto, y habiéndose demostrado la superioridad del matador frente al toro, es cuando llega el momento culminante en el que se prepara para matar. El matador se asegura de que la posición del toro sea la precisa para la estocada, o sea con las patas delanteras juntas. Entonces se acerca al toro, se estira por encima de los cuernos y le clava el estoque entre los omóplatos, tratando de evitar al mismo tiempo cualquier intempestiva sacudida de los cuernos. La estocada perfecta corta la aorta y provoca la muerte casi instantánea del animal, aunque mayormente se realizan reintentos.

Frente a los espectáculos taurinos han surgido múltiples movimientos cívicos antitaurinos de considerable importancia que organizan manifestaciones periódicas en contra de este espectáculo coincidiendo con la celebración de corridas.