La Feria de Abril (popularmente conocida como Feria de Sevilla) es la fiesta más importante de la ciudad de Sevilla, convirtiéndose durante una semana en el centro de de la vida de los residentes. La Feria se emplaza en una superficie de 1.000.000 m2, en un predio del barrio de Los Remedios y ofrece tres sectores perfectamente diferenciados: Real de la Feria, Calle del Infierno (Parque de Atracciones) y Aparcamientos.
Portada de la Feria de Sevilla 2012 La Feria de Abril (o Feria de Sevilla) hace referencia al conjunto de casetas y espectáculos que se instalan en el lugar para celebrar la fiesta local de Sevilla. La feria tiene sus orígenes en 1846 por iniciativa de Narciso Bonaplata y José María de Ybarra, quienes elevaron la propuesta al Cabildo Municipal. Fue la reina Isabel II quien concedió a la ciudad de Sevilla, en el año 1847, el privilegio de llevarla a cabo. En un principio la Feria comprendía tres días, pero debido al rotundo éxito, en el año 1914 se ampliaron a cinco, añadiéndose el sexto día en 1952.
A través de los años, varios han sido los recintos donde la misma se celebraba. Espectáculo pintoresco si los hay, cada año se levanta una portada de ingreso a la Feria conmemorativa de algún monumento de Ciudad de Sevilla, que puede llegar a alcanzar los 50 mts. de alto, con arcos y torres y miles de bombillas que la iluminan y permiten observarla a la distancia. La fiesta comienza con la ya tradicional noche del «pescaito», una cena reservada exclusivamente para los socios de las casetas. Consiste en pescado frito (boquerones, calamares, pijotas etc), aunque tampoco falta el jamón ibérico, las chacinas y las tradicionales bebidas: manzanilla, rebujito, cerveza o refrescos.
A las 0:00 horas del día martes se produce el «alumbrao«, que consiste en encender las bombillas de la portada y de las calles. La fiesta finaliza el día domingo, cuando las bombillas son apagadas y hay un maravilloso espectáculo de fuegos artificiales. Actualmente el número de casetas existentes en la Feria asciende a 1042 y aumentan cada año.
Una de las principales placeres de la feria es comer y beber y existen para ello gran variedad de casetas y puestos ambulantes que ofrecen sabrosos platos y excelente bebidas en cualquier momento del día. A la hora del almuerzo son habituales los guisos del día además de los tradicionales buñuelos o churros con chocolate caliente.
Las sevillanas es el canto y baile típico durante la feria, en todas sus variedades, aunque también puede disfrutarse de otro tipo de música en algunas casetas, con danzas, orquestas y cantantes famosos. El único medio de transporte que se permite circular dentro de la feria es el coche de caballo. Al caer la noche, las bombillas iluminan la feria atestada de personas y se pueden ver diferentes grupos cantando y bailando sevillanas y acceder a alguna de las casetas a beber un vaso de vino.Para llegar a la feria se puede coger un taxi o el autobús, que tienen horarios frecuentes, y también se puede llegar andando. No es aconsejable acudir en vehículos particulares ya que el tema del aparcamiento puede consumir bastante tiempo. Aunque hay casetas de acceso libre, al ser la mayoría de las casetas privadas, lo mejor es concurrir a la Feria acompañados de los sevillanos, para realizar un recorrido por las mismas.
Ana Marta
06/05/2010 at 04:47
La feria de Sevilla es la mejor xq tiene mucha luz y mucho arte.
Viva Sevilla!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Viva su feria!!!!!!!!!!!!!!!!!!